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Castillo de Urquhart

Drumnadrochit, Inverness IV63 6XJ, Reino Unido

Situado a orillas del lago Ness, el castillo de Urquhart ha desempeñado un papel crucial durante siglos en el control de una ruta clave a través de las Tierras Altas de Escocia. Construido en el siglo XIII, cambió de manos en diversas ocasiones durante las Guerras de Independencia, fue testigo de violentas rivalidades entre clanes y resistió los levantamientos jacobitas.

En el siglo VI, Urquhart fue la residencia de Bridei, rey de los pictos, y en el año 580 d.C., San Columba lo visitó, introduciendo el cristianismo en la región. Aunque no se puede afirmar con certeza que esta residencia picta se encontrara en el lugar del castillo actual, algunas evidencias arqueológicas respaldan esta afirmación, y la magnífica posición geográfica lo habría convertido en un sitio ideal.

El primer castillo conocido fue erigido alrededor de la década de 1230 por la familia Durward, tras recibir permiso del rey escocés Alejandro II. En 1296, durante las Guerras de Independencia, los ingleses tomaron el castillo de Urquhart. Sin embargo, después de la derrota del ejército inglés en la batalla de Stirling Bridge en 1297, la guarnición de Urquhart abandonó o rindió el castillo. No obstante, en 1303, Edward I invadió nuevamente, capturando Urquhart, que permaneció bajo control inglés hasta la campaña de Robert the Bruce en el norte de Escocia en 1308. Desde entonces, el castillo se mantuvo como propiedad real (escocesa) hasta 1509, cuando fue concedido al Clan Grant. Esto lo colocó en primera línea durante la guerra de clanes entre los MacDonalds y los Grants, culminando en la ‘Gran Incursión’ de 1545, donde Urquhart fue despojado de prácticamente todo lo que tenía valor.

Durante la Guerra de los Tres Reinos, el castillo no desempeñó un papel destacado, salvo por un asalto por parte de un grupo de Covenanters en el día de Navidad de 1644, en protesta por el apoyo de los Grants al rey Carlos I. Durante la invasión de Escocia por Cromwell en la década de 1650, el castillo fue eclipsado por nuevas fortificaciones en Fort William e Inverness, mientras que el lago Ness estaba patrullado por una fuerza naval. La última guarnición del castillo se registró en 1689, cuando Jacobo VII huyó a raíz de la Revolución Gloriosa. Aunque resistió los posteriores levantamientos jacobitas, en 1692, se hicieron explosiones controladas en secciones clave del castillo para evitar su reutilización como base militar.